La sede de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) en Colombia definió ante la opinión pública las funciones y el proceso de
funcionamiento de la Misión Especial que formará parte del Mecanismo Tripartito
de Monitoreo y Verificación establecido por los acuerdos de La Habana para que
los guerrilleros de las Farc dejen las armas.
A manera de punto de vista político, la ONU asegura
que las partes le concedieron el espacio a la Organización para actuar como un
juez imparcial. "Como juez imparcial, la misión aspira a ser un factor de
confianza en la paz y una garantía de que los acuerdos sobre el cese al fuego y
la dejación de armas se cumplan", asegura la ONU en un comunicado.
En primer lugar, según la organización, la Misión
tiene dos tareas específicas, ambas de verificación: por un lado, del cese al
fuego bilateral y definitivo entre el Gobierno Nacional y las Farc; por otro
lado, de la dejación de las armas por parte de esa guerrilla.
De la misma forma, indicó que el cese al fuego será
verificado por la ONU en conjunto con el Gobierno y la guerrilla, mientras que
la supervisión del proceso de dejación de armas será responsabilidad exclusiva
de Naciones Unidas como autoridad política internacional.
Afirmó que las armas serán destinadas a la
construcción de tres monumentos: uno en la sede principal de las Naciones
Unidas en Nueva York, otro en Cuba y un tercero en Colombia.
En segundo lugar, la ONU aclaró que la misión es
netamente política, mas no militar, por lo que no se trata de cascos azules que
vendrán a formar parte de las zonas veredales transitorias de normalización.
En tercer lugar, la misión es comandada por Jean
Arnault, Representante Especial del Secretario General, quien ha participado en
ocho misiones de paz y ha liderado cinco de ellas. De la misma forma, Arnault
ha trabajado desde hace un año en la Mesa de La Habana y contribuyó en el
diseño del mecanismo de verificación acordado.
Asimismo, resaltó que la Misión contará con la
participación de 500 observadores militares y alrededor de 150 civiles de
varios países, especialmente aquellos miembros de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Al primero de agosto, aclara la misión,
ya se encuentran en Colombia 79 de estos observadores, que corresponden a su
esqueleto directivo y provienen de ocho países: Argentina, Chile, Bolivia, El
Salvador, Guatemala, México, Paraguay y Uruguay.
Según la ONU, la misión no entrará en operación
hasta que se firme un acuerdo final de paz entre las partes y tendrá equipos
permanentes en cada una de las 23 zonas veredales transitorias de normalización
y los ocho campamentos destinados al desarme y desmovilización de los
guerrilleros de las Farc.
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