La
justicia de Estados Unidos arrestó a tres personas que robaron 1.000 millones
de dólares en el mayor fraude al sistema de salud pública cometido hasta ahora
en el país y que afectó a miles de pacientes en Miami, dijeron las autoridades
de ese país.
El
fraude involucró a más de 30 casas de ancianos y hogares de vida asistida en el
sur de Florida, donde los pacientes recibieron tratamientos innecesarios o
equivocados que fueron facturados ilegalmente a Medicare y Medicaid, los
sistemas de salud para personas de bajos recursos.
El
gerente de estas instituciones, Philip Esformes (47 años), así como la
administradora hospitalaria barranquillera Odette Barcha (49) y el asistente
médico Arnaldo Carmouze (56), fueron acusados de conspiración, obstrucción de la
justicia, lavado de dinero y fraude al sistema de salud.
"El
viernes fueron inculpados tres individuos que están en el centro de un enorme
esquema de fraude al sistema de salud que costó más de 1.000 millones de
dólares" a los contribuyentes, dijo en conferencia de prensa Leslie
Caldwell, fiscal adjunta de la división criminal del Departamento de Justicia.
"Es
el mayor caso de fraude al sistema de salud jamás cometido" en Estados
Unidos, añadió la fiscal.
De
acuerdo con lo que Barcha publicó en su perfil de LinkedIn, es periodista de la
Universidad de La Sabana, graduada en 1991. Luego aparece el registro de haber
tomado un programa de enfermería en el Larking School of Nursing, en South
Miami (Florida, Estados Unidos), de donde salió como enfermera registrada en el
2014.
Durante
11 años, a partir del 2003, se desempeñó como directora de los programas
comunitarios del Larkin Community Hospital, de donde pasó en el 2014 a ser
administradora del Floridian Gardens Assisted Living Facility, un asilo de
adultos mayores que opera en Miami.
El
texto de la acusación señala que, desde hace 14 años, Esformes se alió a
médicos corruptos, proveedores de salud, farmacias, hospitales y clínicas en el
sur de Florida en una conspiración para presentar cuentas fraudulentas a
Medicare y Medicaid.
"Los
acusados pagaban sobornos y entregaban dinero por debajo de la mesa para
conseguir que los pacientes fueran a los negocios controlados por el acusado
Esformes", explicó en la conferencia de prensa Wilfredo Ferrer, fiscal del
distrito sur de Florida.
Allí,
los pacientes recibían tratamientos innecesarios, a veces dañinos para su
condición, o en ocasiones no recibían ninguno.
"Muchos
individuos eran adictos a las drogas y algunos de ellos recibieron
opiáceos", dijo como ejemplo la fiscal adjunta Caldwell. De esta forma,
"exacerbaron enormemente sus adicciones".
El
sur de la Florida es epicentro de este tipo de fraudes contra el sistema de
salud pública. Desde el año 2006 hasta hoy, más de 2.000 personas han sido
acusadas en el sur de Florida por intentar robar más de 6.000 millones en
fraudes al gobierno de Estados Unidos, dijo Ferrer.
Los
acusados se enfrentan hasta 20 años de prisión, dijo Caldwell.
Cortesia
de AFP
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